martes, 3 de abril de 2012

Cuando el amor se muere...


 Se puede morir el amor…???

En una pareja,  en la cual existe amor puede con el tiempo producirse  falta de afecto o indiferencia.


Comienza cuando acaban las emociones positivas al encontrarnos con el otro, cuando la rutina y la vida en común  apagan   la comunicación y el interés , cuando uno tiene una sensación incluso de extrañeza ante la presencia del otro. 
Comenzás a preguntarte:  ¿Qué hago yo acá con esta persona? Es una pregunta que dispara la primera señal de que ya no se la ama. 
Y además uno no encuentra respuesta a esta pregunta.
El desamor está también íntimamente unido a la falta de deseo sexual por el otro siendo éste uno de los síntomas principales.
Puede haber falta de interés como consecuencia de estrés o por  preocupaciones lógicas de la vida diaria  PERO cuando no nos dice NADA la presencia del otro, sino que más bien nos "sobra", cuando no tenemos ganas de comunicar nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras preocupaciones o simplemente qué tal nos ha ido el día... entonces debemos empezar  a  preguntarnos si seguimos amando a nuestra pareja. 



Si la relación está emocionalmente estable, podemos comenzar a hablar del tema, y  esto sería lo más sano que podríamos hacer, porque a lo mejor no es indiferencia, sino la rutina y el aburrimiento por falta de estímulos  lo que nos provoca esta desgana a la hora de compartir. 
Si cuando planteamos el tema, sentimos la necesidad de arreglar la relación …aún estamos a tiempo.
Si por el contrario notamos que sobreviene un sentimiento de lástima  o tememos hacerle daño, entonces, es que nos hemos encontrado con el desamor. Seguimos queriendo a esa persona, pero no amándola.
La falta del sentimiento de amor hacia el otro se vive como un sentimiento de duelo por la pérdida del amor .
Quién siente que se le murió el amor  experimenta culpa y comienza a hacer intentos por compensar al otro y causa el efecto contrario porque finalmente lleva a sentir rechazo por el otro. Por qué?
Porque uno se da cuenta de que es inútil tratar de compensar, que el sentimiento es real y que estamos ante una farsa. 




Es un intento de prolongar algo que indefectiblemente va  convertirse en una agonía. Y la agonía en el amor es muy desagradable y puede llevarnos al aborrecimiento por el otro.
Cuando el amor muere...lamentablemente no suele ocurrirle a los dos miembros a la vez.
Ojalá fuera así,  porque se evitarían de ese modo muchos sufrimientos, es por eso que ante el desamor los dos son heridos, uno porque siente que ya no es amado y el otro porque sufre la culpa de no amar  por eso es un momento de duelo de pérdida para los dos.
Es preferible ante la mínima señal de falta de interés,  hablarlo, decirlo, comunicarlo. 
En un primer momento , si el tema se plantea, quizás pueda hacer reaccionar al otro (al que no ha sentido todavía esa horrible sensación de extrañeza) para que comience a seducir a su Pareja, ya que el desamor también se manifiesta ante una falta de "ser seducido por el otro". 



Las Parejas tendrían que  hacerse un "chequeo de amor" con frecuencia, con todas las características que tiene un amor de pareja y sobre todo las relacionadas con el deseo sexual por el otro, el deseo de comunicación, charlar, el interés por el bienestar y el cuidado del otro y el respeto por sus gustos y costumbres. 
Cuando fallan las ganas de compartir, de experimentar, de hacer cosas juntos, de construir, de acercarse en la unión,  de hacer el amor, de hablar sobre las cosas de dos, de hacer proyectos juntos, de divertirse y reír, de emprender y ayudar al otro, de cuidarle y protegerle, es cuando llega el desamor. 


Pensando con el corazón a veces es cuando mejor acertamos a la hora de evaluar nuestros sentimientos, en lugar de razonar sobre lo que es mejor o peor.
Se sufre más haciendo oídos sordos  a nuestros sentimientos tratando de compensarlos con razonamientos. 
Quizá sea el momento de tomarse un tiempo de separación para reflexionar, y para ver si se extraña al otro en las cuestiones relacionadas con el amor: deseo de compartir, deseo de su compañía, deseo de sus caricias y de su cuerpo, deseo de cuidarle y protegerle, y deseo de saber qué piensa y siente y qué hace o deja de hacer.



El amor es como un banco con tres patas.
Una de estas es el deseo sexual.
Otra es la comunicación y el contacto íntimo.
Y la otra: la confianza o seguridad que nos dá una pareja


Cuando alguna de sus patas se rompe, el banco se cae y nos dice que el amor entró a terapia intensiva con pronóstico de muerte…
Si el estres cotidiano o la pesada monotonía afecta, a la pasión sexual, o a la comunicación íntima, o si se  pierde la confianza y seguridad por la pareja, estaremos frente a está pérdida de interés y de disfrute .



La cuestión es no perder la autovaloración personal nunca, porque el desamor es algo normal y hay que simplemente aceptarlo como algo que ocurrió, y aunque parece fácil decirlo, todos sabemos lo difícil que es elaborarlo con sabiduría.

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